Soñar una nueva primavera es la meta de todo andujareño, hijo y devoto de nuestra Patrona la Santísima Virgen de la Cabeza, y por extensión, de cuantos viven con el anhelo de ocupar un lugar en Sierra Morena cada último Domingo de Abril, cuando la Reina del Cielo pasea majestuosa a hombros de sus anderos para entregarla a cuantos nos damos cita tan importante día.
Hoy, está en nosotros prolongar ese sueño, alargar un poquito más la meta de estar junto a Ella con nuestra presencia, porque de corazón vamos sobrados. Pues vivamos un Abril más con el alma ahogada en recuerdos, pero recuerdos gratos, fraternales, amistosos. Mirémonos por dentro, y porqué no, miremos atrás con el alma... sí con el alma. ¿Quién dijo que no había que mirar hacia atrás? ¿dónde está escrito?... ¿acaso nuestros recuerdos nos están hechos con el pasado? ¿cómo se cuentan nuestras vivencias sino recordando momentos vividos? ¿cómo se enseña el camino sino con lo aprendido? ¿y lo aprendido, donde queda lo aprendido?... en el recuerdo, y el recuerdo es nuestro pasado. Pues sin miedo vivamos una Romería más contando nuestros abriles.
Este año os presento un Cartel especial, lleva por nombre una eternidad, un sentimiento que Andújar lleva tatuada en cada rincón de la ciudad, un título que nació un 12 de Agosto del año 1227: ANDÚJAR CIUDAD MARIANA. He querido mostraros a la Virgen de la Cabeza con el manto que nuestra Patrona en su original y primitiva talla procesionaba en las primeras décadas del siglo XX, simulando una antigua y vieja estampa, un díptico digital donde muestro a su vez al pueblo de Andújar representado en la Real e ilustre Cofradía Matriz, las banderas, seña de identidad arraigada a nuestra Fiesta Grande, y su estandarte, majestuosa insignia, que abre la puerta para mostrarnos a la que es Reina y Madre iliturgitana.
El manto de la Virgen y mantolín del Niño que aparece en la estampa fue confeccionado por las hermanas Engelmo y donado por Inés Jiménez de Ariosa en el año 1904, bordado en oro sobre terciopelo verde, perteneciente a la primitiva imagen de la Patrona de Andújar. El juego de coronas y rostrillo datan del año 1960. La pintura que ha servido de base principal y cartela para realzar a la Virgen se encuentra en el pueblo cordobés de Cabra, a los pies de la singular talla de la Virgen de la Cabeza que se venera en dicha localidad. De este modo he querido realizar este Cartel para el recuerdo, y dejar constancia de una Romería más vivida desde el corazón. Así es el presente que nos ha tocado vivir, marcado por una pandemia que ha destruido vidas y ha paralizado un mundo entero. Seguir adelante es lo primordial, rehacer la vida, dejar que lleguen nuevos abriles y que fluyan nuestros sentimientos, los mismos que se encuentran a flor de piel y que brotarán de nuevo el último domingo de Abril.
LLEVAD SIEMPRE EN VUESTROS SUEÑOS LA VIRGEN DE LA CABEZA
¡¡ VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA !!
¡¡ VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA !!
¡¡ VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA !!