El pueblo jiennense de Lopera celebraba su fiesta en honor a la Virgen de la Cabeza el fin de semana previo a la Romería, antes de partir a la Basílica de Sierra Morena. Un día esplendoroso donde el pueblo se echaba a la calle para acompañar a la Imagen de la Morenita que veneran. Sobre un templete cubierto de flores, la Virgen procesionaba entre sones musicales, y acompañada por su gente ataviada de los típicos trajes andaluces, donde niños y mayores vitoreaban a su Virgen.

El cortejo era abierto por caballistas, el cohetero marcaba el lugar donde se encontraba el gentío, le seguía el estandarte de la Cofradía de Lopera, hermanos mayores, banderas y el pueblo entero en la calle celebrando una nueva Romería, llamando a su gente al peregrinar hasta las plantas de la Morenita.

El fin de semana previo a la Romería de la Virgen de la Cabeza fueron muchas las poblaciones que celebraban sus fiestas en honor a la Morenita antes de emprender su peregrinar a Sierra Morena. En la mañana del Domingo 19 de Abril, en Lopera (Jaén) se procesionaba a la imagen de la Virgen de la Cabeza que se venera en la localidad. La Cofradía filial de Lopera se echaba a las calles de su pueblo entre clamores a la Virgen.

La procesión de la Morenita en Lopera destaca por su colorido, ambiente festivo y devoción. Día donde se le da protagonismo al caballo, realzando aún más si cabe la belleza de la procesión, que este año lucía un manto azul. Una procesión que recomendamos vivir la próxima primavera, una primavera llena de acontecimientos en todos los pueblos donde se rinde culto a la Virgen de la Cabeza.

Perderse en los pueblos blancos de nuestra Andalucía, impregnarse de la fresca fragancia de la primavera, y formar parte del bello espectáculo de color que nos ofrece la vida, hace que se alteren nuestros sentidos, y que la inspiración brille con luz propia, y no hablen las palabras, sino el corazón.

El alma se vuelve peregrina, y el mundo se encamina a las veredas que nos llevan hasta Ella. Pero antes, una parada, en nuestro vecino pueblo de Lopera. Cuando ya la primavera explota de júbilo, y nos ofrece los colores de nuestra tierra, la Morenita, en sus múltiples rostros, pasea por cuantos pueblos la veneran, la aclaman y la piropean, cuando los días se alargan, y se acorta el momento de verte en tu celestial morada de Sierra Morena.

Lopera romera, corazón palpitante de emociones que lleva en su alma la historia de tan centenaria devoción a la Reina de Sierra Morena. En esos días abrileños, cuando la realidad se escapa de nuestras manos, y el anhelado sueño de volver a verla nos llena el corazón de una viva esperanza.

Estampas de amor, de un pueblo que reza cantando, alegría en sus calles, mañana soleada de solemnes vísperas de Romería, un año más, la Virgen de la Cabeza de Lopera, paseaba su amor entre sus fieles devotos, bendiciendo a cuantos romeros peregrinan hasta su templo andujareño en las entrañas mismas de la serranía.

Llegada la primavera, los pueblos donde se rinde culto a la Virgen de la Cabeza celebran sus fiestas días antes de la partida hacia el Santuario de Sierra Morena para celebrar la Romería. Es el caso del pueblo giennense de Lopera, donde hemos asistido por tercer año consecutivo, para participar en tan primaveral fiesta dedicada a la Morenita, una procesión que impregna las calles del pueblo de un colorido singular que brilla con luz propia.

En la mañana del Domingo 23 de Abril, días previos a la Romería, Lopera procesionó a la imagen de la Morenita que se venera en el pueblo. La procesión que tiene lugar en Lopera llama a la participación, al lado más devocional con un arraigo de religiosidad popular, donde las mujeres se visten de flamenca, donde sus gentes acompañan a la Reina de Sierra Morena a caballo, donde la banda de música entonan las marchas que invitan a la celebración primaveral de la gloria.

Un día soleado que hizo que Lopera acogiera a propios y visitantes para disfrutar de una procesión bella y colorista, de cuantas se celebran en honor a la Virgen de la Cabeza, una procesión que merece la pena visitar y conocer, que se celebra anualmente el domingo previo a la Romería.