Esta fotografía define a la perfección la unión del pueblo de Andújar con su Patrona, y sí, cualquier tiempo pasado fue mejor, por el hecho de que fue un pasado vivido, y no un futuro sin experimentar, a partir de aquel entonces, todo cambió.
Como iliturgitano y devoto de mi Patrona, se nos perdió el respeto, en primer lugar a la imagen de la Virgen, luego, a nosotros, pero también me cabe la duda si fuimos nosotros los que nos perdimos el respeto entre nosotros mismos y no nos hicimos de respetar marcando el límite, tan necesario límite.
Nuestra Patrona debe de visitar a su pueblo, estar entre nosotros, con sus traslados dignos, guardando el decoro y el máximo respeto hacia nuestra imagen devocional, el resto es solo interés. Lo hecho hecho está, nada que hacer, pero lo que está por venir puede romper por completo la estética de una devoción que nos pertenece, y aquí hay que ser inteligente y saber leer entre líneas: "la devoción es universal, para todos igual, pero la Virgen de la Cabeza y su Santuario sin ninguna dudad es de Andújar a través de la Real e Ilustre Cofradía Matriz".
Y para los que no entienden y no quiere entender... lo siguiente: tengo devoción a la Virgen del Rocío, cuando quiero verla, rezarle, contemplarla o vivir su romería me traslado a Almonte y acato las normas que Almonte dicta, por eso es de Almonte, pero su devoción no tiene límites emocionales.
Cuando quiero vivir la romería de Setefilla en Lora del Río me traslado a Lora del Río, porque la Virgen y su Santuario se asientan en el término municipal de Lora del Río, es por eso que me limito a disfrutar de Ella, de su fiesta, de su belleza, de sus gentes, sin asaltar sus normas, sino haciéndome partícipe de cada pueblo donde me traslado sin renunciar de donde vengo y hacia donde voy, sin olvidar el fin ni el destino ni el propósito, pero nunca olviden que todo tiene una organización, unas normas y un dueño. Y así podría citar cientos de pueblos con sus patronatos, fiestas y romerías.
Quizás Andújar y sus gentes, a lo largo de los tiempos hemos sido tan generosos que nos han tomado por completo lo que realmente nos pertenece. Y entiendan amigos, que cada pueblo tiene su Patrón o Patrona, y por ende, sus fiestas, y nosotros no vamos a ninguna ciudad ni a criticar su modo de hacer las cosas ni a decir esto es mío, aunque la devoción a la imagen que se venera en cada ciudad pertenezca al corazón de quien la contempla.
